Nos vas a Audiard

Y se atrevieron, la mandaron a los Óscar. Emilia Pérez representará a Francia ante la academia gringa (donde, dicho sea de paso, seguro que hay más mexicanos que en toda la película).

No crean que es envidia. Dos de los seis pies que conforman este consejo editorial fueron a zapatear bajos los reflectores de los arenales de Pantin. ¿Qué? ¿También creyeron que se rodó en Sonora? No se pasen, muchanchos. Está bien cilantro, pero no tanto. La película de Jacques Audiard es totalmente made in France, en el departamento 93, para más indicios. Idalia se dejó allí la voz, en ese mercado mexicano poco autóctono pero muy auténtico, donde las macbook florecen entre las tortillas a la hora del desayuno.

Las canciones, ¿las escucharon? Dice Chepe que ni en sus poemas por el día de la madre se atrevió a tanta afrenta contra la rima en español. Entendemos que los franceses se quieran vengar de tanto cliché, que viva la baguette, oh là là y on n’a pas des douches, mais qu’ils sont bons les escargots... pero, querido Jacques, ¡Emilia Pérez no puede ser la respuesta a Emily in Paris!

Que no nos pusieran ni una mexicana entre las tres estrellas, encima, nos hizo mal al oído. Y no piensen que nuestro subcontinente (pegado a punta de espada, biblia, buena comida y embajadas de USA) no se va a dar cuenta. Rodrigo dice que la que menos desafinaba era Selena Gómez, porque hizo de gringa. El Chavo del 8 cumplió bien con su labor civilizatoria. Desde Río Grande hasta Magallanes, todos sabemos muy bien a qué suena un mexicano. Así que no es chauvinismo, es chavismo.

En esta edición especial de Sabrosón dedicada a la música y al bellaqueo hemos decidido tomar partido y declarar solemnemente que nos cagamos en Emilia Pérez. Perdón, que no compartimos el entusiasmo del cine francés por el regreso triunfal de Jacques Audiard. Aunque nos odien. Aunque nos quiten la visa. Aunque…

No, mentira. Por la visa sí bailamos. Pero póngannos una canción más sabrosa, porfis please.

La redacción del sabor (Chepe, Rodrigo e Idalia)